[E]l último año ha sido un año de incertidumbre para todos, también para el mercado inmobiliario. El 2021 ha arrastrado la pandemia en muchos aspectos y especialmente en el plano económico. Pero como siempre se dice, de épocas de crisis, salen grandes cosas.

Tras dos años de pandemia, las perspectivas económicas no son del todo buenas y toca reinventarse a gran velocidad, porque todo lo que pasa en este país tiene un gran impacto en el mercado inmobiliario.

Ha sido un año con un aumento de la compraventa de viviendas en términos generales, además de la llegada al sector de inversores internacionales que hacían mucha falta. Por otro lado, el dichoso tema de los precios de alquiler parece haber tocado techo y la nueva Ley de la Vivienda va a poner las cartas sobre la mesa en muchos aspectos, para bien o para menos bien.

Aun así, según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA , está previsto que a corto y medio plazo, el mercado inmobiliario vaya con vientos favorables muy ligados a la bajada de tipos de interés, o el incremento del nivel de ahorro de las familias españolas, poco a poco, pero consiguiéndose.

Es posible que, cuando la situación pandémica se termine de estabilizar, mucha gente opte por invertir sus ahorros en la casa que estaban buscando y que por el COVID19 tuvieron que hacer esperar. Quizá muchos otros aprovechen para mudarse a una casa de campo, lejos del estrés y de la contaminación. Es posible que esta pandemia nos haya abierto muchas posibilidades, ya que el teletrabajo ha llegado para quedarse y eso supone pasar muchas más horas en casa que nunca, es decir, ¿por qué no vivir y trabajar en la casa de nuestros sueños?